Enseñanza del Inglés en México y sus problemas
Advertencia: lenguaje fuerte, se le va a revolver la conciencia.
Enseñar inglés implica una cuestión trascendental ya que es un idioma universal, para acceder a distintos conocimientos, servicios y demás. Hoy en día es muy importante aprender este idioma o incluso otros. Sin embargo, la enseñanza del inglés conlleva muchos problemas, los cuales involucran distintos factores y agentes sociales.
Muchos creerán que cuando dije “sus problemas” me refiero a no entender cuestiones como usar el verbo to be en presente y pasado, el presente simple cuando es en terceras personas del singular, plurales regulares o irregulares, verbos regulares e irregulares o cualquier otra cuestión sintáctica o de vocabulario. No obstante no es así, el problema va más allá de simples diferencias entre palabras o etimologías.
Más allá de las lenguas, hay un problema de fondo
generacional y prácticamente irremediable
Los profesores a
menudo cuando no pueden lograr que el perfil de egreso sea el esperado, es
fácil dar la excusa de que el estudiante es el culpable, pero no se hace una
reflexión de todos los aspectos involucrados en un proceso deficiente de la
enseñanza del inglés en México:
·
El
contexto en el que se enseña. En un país donde la gran mayoría habla español es
difícil aprender inglés si no se practica constantemente.
·
La
idiosincrasia. Para muchas personas aprender Inglés representa dificultades
debido a cuestiones ideológicas. Es decir, implícitamente las personas se
predisponen a no querer aprenderlo porque no pretenden usar el idioma a futuro,
y porque creen que sus aptitudes no son suficientes para poder aprender una
segunda lengua.
·
La
escuela. Maestros sin la preparación necesaria para la enseñanza del inglés es
otro problema que afecta al perfil de egreso del estudiante, y por ende el aprendizaje de dicho idioma será muy escaso.
·
Muchas
escuelas fomentan el facilismo para no perder el dinero de las colegiaturas,
sin importar que cuando el estudiante llegue al siguiente nivel escolar, no
pueda aprender lo que le enseñan; por la razón de que no cuenta con los
conocimientos a priori que debió haber aprendido en el nivel anterior.
En este aspecto del facilismo, también influye el tipo de reglamento o
lineamientos que la escuela señale para aprobar a un alumno. Con frecuencia un
alumno puede aprobar, ya que la escuela no exige que dichos lineamientos sean
estrictos, en cuanto a que se procure más la calidad que la calificación. Por
ello los estudiantes sabrán que con el mínimo esfuerzo podrán pasar alguna materia sin
problema.
·
La
familia. Si a los padres no les interesa que los hijos aprendan un segundo
idioma, éstos pueden caer en malas prácticas para aprobar inglés en las
escuelas.
Dichas
malas prácticas ocurren cuando no se le da la valoración a la materia.
Entonces, el alumno opta por hacer trampa en los exámenes, copiar tareas o
trabajos de Internet de forma textual, tratar de ejercer coerción en el maestro
para aprobar sin haber cumplido con los rubros marcados en el currículo escolar;
entre otras cuestiones que tienen como consecuencia egresados mediocres.
Características socioculturales de México que influyen en la
enseñanza del Inglés
México se ha
caracterizado por ser un país aletargado socialmente. Vivimos sin pensar en
trascender. Preferimos sólo librar el obstáculo inmediato de la forma que sea
sin importar buenos valores. Buscamos defendernos de ser exhibidos cuando fallamos, y
tratamos de deslindarnos de culpas todo el tiempo.
Como el antropólogo y sociólogo Roger Bartra lo señala, los mexicanos nos valemos de entelequias artificiales o bien usamos lo que él llama exocerebro, el cual funciona no para mejorar o superar obstáculos, sino para que todo lo malo que a diario tenemos que sortear, no nos golpee en demasía. Este exocerebro es más una armadura, que un arma para salir de todos los males.
Con este tipo de
filosofía de vida, en el proceso de enseñanza del inglés persisten vicios que
definitivamente hacen difícil aprender dicho idioma en las escuelas. Y como se
mencionó anteriormente, el estudiante no es el único responsable.
En algunas
ocasiones puede que los docentes tengan toda la voluntad de hacer todo lo
posible por enseñar contenidos que valgan la pena, pero siempre hay obstáculos que
impiden que se alcancen objetivos.
Esto sucede cuando el directivo, jefe directo o bien las autoridades estatales o federales imponen procesos engorrosos que quitan tiempo de valor. Es decir, en lugar de enfocarse en preparar una buena clase, se toma más tiempo llenando formularios o en el clásico "papeleo". Al final éste sólo termina en un estante o en la basura porque difícilmente se lee a detalle.
No digamos las planeaciones escolares que terminan convirtiéndose en hojas para ser reusadas en cosas sin trascendencia. Sólo es malgastar papel una y otra vez. En dichas planeaciones quizá se plasmen metodologías embellecidas y novedosas; pero difícilmente se llevarán a la práctica por tanta cuestión administrativa sin valor.
Otro problema es lidiar con personas que no saben que hacer con el puesto que se les ha dado. Tratan de impresionar a otros sacando panfletos o anuncios en los que se hace más hincapié en lo que ya no se puede hacer, más que en qué se podría buscar para mejorar. La finalidad es quedar bien con el de arriba, como lo decimos en México vulgarmente hacerle la barba a alguien, taparle el ojo al macho o ser un lamehuevos. Si, así tal cual como se lee.
Los periodos escolares. De repente las autoridades quieren tomarse más días de descanso que los que marca el calendario escolar. Esto conlleva que no se terminen los programas escolares; y no haya profundidad; ni una buena retroalimentación en los temas vistos durante el periodo escolar.Claro, hay que contar los días de fiesta internos, y de repente alguna suspensión por eventos en los que se lleva a los estudiantes a perder el tiempo a otro lugar; sólo por querer hacernos los "maestros o directivos modernos e ingeniosos". El no tener un periodo escolar con suficientes días para tocar los temas más importantes y reforzarlos hará que el perfil de egreso, y ya lo dije, sea mediocre y deficiente.
Estas trabas hacen que el docente con la firme voluntad de dejar algo de valor, no sólo para la materia sino también para la vida, no pueda lograrlo. Y esto no sólo abarca a la materia de Inglés sino a todas las demás asignaturas. Entonces ¿realmente el alumno tiene la culpa? ¿el estudiante es culpable por no ser bravo o duro para aguantar el ritmo de trabajo y el trato de los maestros o directivos? ¿Realmente sí el alumno no puede con la escuela, se debe a que los maestros no saben como tratar crisis psicológicas? Pues no.
Es decadente observar como en las juntas escolares quien toma la palabra pareciera que hace más énfasis en hacer ver que "todos ustedes son pendejos menos yo". Quizá sea verdad hasta cierto punto, habrá maestros incompetentes, pero entonces ¿Dónde queda la autocrítica de los que les gusta señalar con el dedo?
En cada junta es típico ver como se hacen presentaciones rebuscadas diciendo que el alumno trae problemas por no acostumbrarse a los modos de trabajar, que el profesor debe estar listo para una crisis emocional, etc. Nunca se dice que los lineamientos administrativos precisamente tienen al alumnado descontento porque se les deja sin voz, sin poder expresarse, y la excusa de siempre es "tú traes problemas personales, pero trataremos de hacerte sentir mejor".No se diga a los maestros que quieren hacerlo bien pero no tienen el apoyo de los directivos y encima tienen que lidiar con imposiciones que vienen de advenedizos retrógradas, doble moralistas y muy mediocres profesionalmente. En fin, es un cuento de nunca acabar.
¿Qué se puede hacer para mejorar?
Para que un
estudiante logre el tan ansiado aprendizaje significativo, y por ende la enseñanza
del inglés sea efectiva, todas las partes involucradas tienen que aportar lo
mejor de sí.
En México siempre habrá dificultades que no vienen del
alumnado:
· Escuelas
corruptas que prefieren tener docentes que mantengan las quejas de los
estudiantes al mínimo mediante darles la aprobación de la materia sin mucho
esfuerzo.
· Profesores
mal pagados que no darán lo mejor de sí, ya que si a los directivos no les
importa tener a su plantilla docente a gusto enseñando, pues a ésta tampoco le
va a importar si hace las cosas bien o mal.
· Los
profesores que si tienen la capacidad de hacerlo bien son relegados por mafias
de directivos retrógradas, poco profesionales y demasiado mediocres que tienen favoritismos por docentes, también mediocres, quienes siempre dan
malos resultados. Se cae en un círculo vicioso en el cual el mayor afectado es
el estudiante.
Parece cliché
pero es cierto, México no puede progresar porque cuando quiere hacerlo tiene
primero que topar contra si mismo. Ansiamos tanto salir del malestar, pero
no tenemos el valor de primero tener autocrítica; y valor para aceptar que somos
parte del problema.
¿Qué viene entonces?
El futuro es
incierto en cuanto a buscar que el aprender inglés se logre con
efectividad. Ya que si en este engranaje educativo en el que se involucran distintas
partes, una es deficiente, simplemente todo el proceso termina por podrirse.
Con todas estas
problemáticas constantes, el poco aprendizaje significativo que haya obtenido el
alumno termina en la basura cuando de un momento a otro, dicho estudiante se
encuentra con un ser humano que simplemente no le importa si hace lo correcto,
sólo quedar bien con otros y rapiñar dinero.
“A que le tiras
cuando sueñas mexicano”, Chava Flores.
Y sí, soy profesor, no el mejor, pero no del montón de putrefacción.
¿El Fin?
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